Cuando antiguamente diseñábamos procesos y los representábamos gráficamente a través de los típicos diagramas de procesos con sus entradas, canales con los distintos actores, decisiones, etc. etc. requeríamos de herramientas con una complejidad de imágenes que representen los distintos elementos de un proceso. Estos procesos se diagramaban con un nivel de detalle y complejidad que realmente solían ser muy poco amigables y difíciles de comprender. Hoy este es un paradigma que debe romperse, porque el diagrama de proceso debe servir como una herramienta de apoyo a través de la cual cualquier persona pueda entender con una mirada un proceso. Es decir, nos debe mostrar a un alto nivel como se ejecuta la secuencia de actividades que componen un proceso. ¿Qué es lo mínimo que requiere un proceso?:
Cuando desde TIC Process realizamos las capacitaciones hacemos una representación muy simple de un proceso y este es el ejemplo que solemos utilizar, “el proceso del jugo de naranja”:
Si bien es una obviedad está imagen, representa la base conceptual de un proceso. Si hacemos referencia a la Norma ISO 9001: 2015, nuestro ejemplo tan simple no está lejos de la imagen que en la norma utilizan para la representación de un proceso, tal como lo indican con relación a la siguiente imagen “La Figura 1 proporciona una representación esquemática de cualquier proceso”:
A partir de estas dos imágenes podemos definir un proceso como: entradas que sometidas a un conjunto de actividades generan una salida que puede ser un producto, un servicio, etc. En nuestra próxima entrega, indicaremos cómo enmarcar estas definiciones dentro del concepto del conocido Ciclo de Deming y brindaremos ejemplos de cómo desde TIC Process diseñamos estos procesos que hemos denominado como nuestros procesos “Lights”.
Ing. Alejandra Carvajal
Senior Executive Consultant Process Improvement
TIC Process
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